🎙️ PARTE 1: EL EXTRAÑO CASO DE CRISTO
Vivimos en una era que se autodenomina "racional", "científica", "libre de mitos". Sin embargo, hay una paradoja muy reveladora:
personas que nunca han cuestionado la existencia de Pilato, Nerón, Aristóteles o Alejandro Magno…
sí se toman muy en serio el cuestionamiento de la existencia histórica de Jesucristo.
¿Por qué?
📌 No tenemos más pruebas arqueológicas o literarias de la mayoría de esos personajes que de Jesús.
📌 De hecho, en el caso de Cristo, las evidencias históricas están entre las más sólidas del mundo antiguo.
Autoras y autores seculares, no cristianos, lo mencionan:
🔹 Tácito, historiador romano, en sus Anales (año 116 d.C.), habla de la ejecución de Cristo bajo Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio.
🔹 Flavio Josefo, historiador judío del siglo I, hace referencia a Jesús como un hombre sabio, crucificado, y del que se decía que había resucitado.
🔹 Plinio el Joven, gobernador romano, describe a los cristianos como seguidores de Cristo, a quien adoraban como a un dios.
Estos textos son independientes del Nuevo Testamento. No fueron escritos por creyentes, sino por observadores externos, incluso hostiles.
Entonces, surge la pregunta inevitable:
¿Por qué se sigue poniendo en duda la existencia de Jesús mientras nadie discute la de Pilato, de quien tenemos una sola inscripción arqueológica descubierta en 1961?
La respuesta es clara:
👉 A nadie le importa Pilato. Su existencia no incomoda, no confronta, no exige nada.
👉 Pero Cristo sí. Porque si existió… entonces sus palabras importan.
Y si sus palabras importan, entonces mi vida no puede seguir igual.
🎯 Negar a Cristo no es una cuestión de evidencia. Es una estrategia emocional para evitar el compromiso que su existencia implica.
🎙️ PARTE 2: CRISTO INCOMODA PORQUE DEMANDA TRANSFORMACIÓN
Ahora que establecimos que las evidencias históricas de la existencia de Jesús son sólidas y abundantes, la verdadera pregunta ya no es si existió, sino por qué tantos prefieren negarlo.
Y la respuesta es incómoda:
Porque su existencia nos compromete. Porque Jesús no vino a entretener al mundo, vino a confrontarlo.
Jesús no dejó espacio para la neutralidad.
No se presentó como un buen maestro.
No se ofreció como una opción entre muchas.
Él dijo:
📖 “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6)
Eso no suena tolerante.
No suena moderno.
No suena cómodo.
Pero suena a verdad absoluta, y ese es justamente el problema para muchos:
La verdad incomoda, porque exige una respuesta.
Cristo no solo ofrece salvación.
Cristo demanda transformación.
Demanda que mueras al ego.
Demanda que renuncies a la comodidad del pecado.
Demanda que te rindas a su señorío.
Y eso, en un mundo que predica “haz lo que sientes”, es una amenaza directa al estilo de vida moderno.
📍 “Al hombre le encanta la santidad… pero odia santificarse.”
Queremos paz, pero sin obediencia.
Queremos bendición, pero sin renuncia.
Queremos a un Dios que nos salve, pero no que nos gobierne.
Queremos un Salvador… sin tener que responder al Señor.
Y como eso no es posible, el alma humana encuentra una salida rápida: negar su existencia.
Porque si niego que Él es real, ya no tengo que hacerle caso.
Si lo reduzco a un mito, me libero del peso de tener que vivir según su verdad.
🎯 Negar a Cristo es más fácil que cargar la cruz.
Y negar su existencia es una forma elegante de seguir viviendo como quiero, sin tener que dar cuentas.
Pero esa negación no nace de la lógica… nace del miedo a cambiar.
🎙️ PARTE 3: EL EVANGELIO VERDADERO: UN SISTEMA DE TRANSFORMACIÓN, NO DE CONFORT
Muchos imaginan el evangelio como un mensaje dulce, reconfortante, casi terapéutico.
Un “todo va a estar bien” sin condiciones.
Un “Dios te ama tal y como eres”… sin añadir: “…pero no te dejará como estás.”
Pero ese no es el evangelio verdadero.
📍 Ese es el evangelio cómodo.
📍 El evangelio cultural.
📍 El evangelio que se adapta al gusto del consumidor.
El evangelio real —el que predicó Cristo— no es un producto emocional. Es un sistema espiritual de transformación total.
Y como todo sistema que transforma, requiere principios.
Requiere obediencia.
Requiere rendición.
Requiere renuncia.
Y, sobre todo, requiere esfuerzo.
📖 Mateo 7:14 – “Angosto es el camino que lleva a la vida, y pocos son los que lo hallan.”
No es automático.
No es gratuito (aunque la gracia lo sea).
Hay que pagar un precio para vivirlo.
Por eso muchos prefieren otros sistemas:
-
Sistemas espirituales que no confrontan.
-
Creencias que no exigen nada.
-
Filosofías que hablan de amor, pero sin arrepentimiento.
-
Religiones donde todo se resuelve con rituales y cero responsabilidad.
El evangelio verdadero es como un campo fértil:
El potencial está ahí, pero no cosechas si no siembras.
No hay transformación sin aplicar principios.
No hay cosecha sin esfuerzo constante.
📖 Gálatas 6:7 – “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
🎯 Por eso se rechaza tanto el mensaje de Cristo.
No porque sea falso.
Sino porque es demasiado verdadero como para dejarte seguir igual.
No estamos hablando de una fe que te acomoda.
Estamos hablando de una fe que te sacude, te limpia y te empuja hacia tu diseño original.
📍 Rechazar ese evangelio es como rechazar el fuego porque quema, sin entender que también purifica.
📍 Es como huir del sol porque muestra la suciedad, sin comprender que también da vida.
La gente no quiere lo que transforma.
Quiere lo que alivia.
Y el evangelio verdadero no fue diseñado para aliviar tu culpa, sino para regenerar tu alma.
🎙️ PARTE 4: EL PRECIO DE SEGUIR A CRISTO: EL CAMINO ANGOSTO QUE POCOS QUIEREN RECORRER
Uno de los mayores errores del evangelio diluido que muchos predican hoy es la idea de que seguir a Cristo es fácil.
Como si fuera una suscripción gratuita a la paz interior, una mejora de vida garantizada, o una forma más “espiritual” de alcanzar los mismos sueños que el mundo ofrece.
Pero esa no fue la invitación de Jesús.
Jesús nunca dijo:
👉 “Sígueme y todo te saldrá bien.”
Dijo:
📖 “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” (Lucas 9:23)
Eso no es un mensaje popular.
Eso no se imprime en tazas.
Eso no llena estadios.
Pero es la verdad.
La cruz no es un símbolo decorativo.
La cruz es un recordatorio:
Seguir a Cristo implica morir.
Morir al orgullo.
Morir a la carne.
Morir a la comodidad.
Morir al yo.
El evangelio verdadero no es un camino ancho donde todo se vale.
Es un camino angosto donde todo se alinea al carácter de Cristo.
📖 Mateo 7:13-14 – “Entrad por la puerta estrecha... porque angosta es la puerta y estrecho el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”
El evangelio no es para los que quieren seguir igual.
Es para los que están dispuestos a ser transformados desde la raíz, aunque eso duela.
Y sí, duele.
Porque caminar por fe cuando todo en ti quiere controlar.
Confiar en Dios cuando todo en ti quiere resolver.
Esperar en su tiempo cuando todo en ti quiere correr...
eso es cruz.
Por eso Cristo no convence a muchos.
Porque no ofrece un atajo.
Ofrece un proceso.
Y el proceso tiene precio.
📍 No se trata solo de creer.
📍 Se trata de seguir.
📍 De cargar.
📍 De avanzar.
📍 De pagar el precio... con gozo, porque sabemos lo que viene después.
🎯 ¿Por qué pocos lo siguen de verdad?
Porque muchos quieren los beneficios del evangelio…
sin el sacrificio del evangelio.
Quieren los frutos del Reino,
sin vivir los principios del Reino.
🎙️ PARTE 5: LA VERDAD INCÓMODA: CRISTO NO CONVENCE… PORQUE NO NOS CONVIENE
Después de todo lo dicho, el núcleo del problema queda expuesto:
Cristo no es rechazado por falta de pruebas. Es rechazado porque nos incomoda. Porque nos exige cambiar.
Negar su existencia no es un ejercicio académico, es una excusa emocional.
Es una forma sofisticada de seguir viviendo sin rendición, sin responsabilidad, sin cruz.
Porque si Cristo es real —y lo es—
Entonces no puedo seguir viviendo como si yo fuera el centro del universo.
📍 Si Él es quien dijo ser…
📍 Si su resurrección no es un mito, sino un hecho…
📍 Si su evangelio no es una invención, sino la verdad…
Entonces mi vida entera necesita ser reformulada.
Y ahí es donde muchos prefieren decir: “No lo creo.”
No porque no puedan creer…
Sino porque no quieren creer.
📖 Juan 3:19 – “La luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.”
Ese es el dilema.
No es un conflicto de evidencia, sino de conveniencia.
No es que el evangelio no tenga poder.
Es que vivimos en una cultura que prefiere consuelo emocional antes que transformación espiritual.
Un mundo que quiere ser libre… pero no quiere morir al pecado.
Que quiere paz… pero sin obediencia.
Que quiere esperanza… pero sin cruz.
Y aquí está la decisión que nadie puede evitar:
Cristo es real. Su historia es verificada. Su mensaje es claro. Su cruz fue literal. Su tumba está vacía.
Y eso significa que tú y yo tenemos que decidir.
O lo seguimos.
O lo negamos.
Pero no podemos permanecer neutrales.
📖 “El que no está conmigo, está contra mí.” (Mateo 12:30)
🎯 Cristo no deja de ser verdad porque no te convenga.
Pero tú puedes dejar de vivir en la mentira… si decides seguirlo de verdad.
✅ CIERRE – LLAMADO A DECISIÓN
👉 Si hasta ahora habías rechazado a Cristo por razones intelectuales, ya sabes que las evidencias están.
👉 Si lo habías negado por razones emocionales, hoy sabes que eso no te hace libre, solo te mantiene lejos de la verdad.
El verdadero evangelio no es cómodo.
Pero es el único que transforma.
📖 “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32)
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