domingo, 9 de marzo de 2025

El Evangelio de la Estupidez: Cómo la Fe Mal Entendida Nos Ha Hecho Sumisos

 

El Evangelio de la Estupidez: Cómo la Fe Mal Entendida Nos Ha Hecho Sumisos

La mayoría de los cristianos cree que su fe es sinónimo de verdad, libertad y sabiduría. Sin embargo, en la práctica, lo que vemos en muchas iglesias es lo contrario: una masa de creyentes que no cuestiona, que repite lo que se le dice sin pensar, que sigue a sus líderes sin discernir y que considera pecado usar la razón para examinar su propia doctrina.

Esto no es un problema de fe, sino de estupidez colectiva, un fenómeno que Dietrich Bonhoeffer, teólogo alemán que enfrentó al nazismo, describió con precisión en su famosa Teoría de la Estupidez. Y si la analizamos bien, veremos que lo que él dijo sobre las masas manipuladas por regímenes autoritarios se aplica perfectamente al evangelio tradicional, ese que ha convertido a los cristianos en seguidores pasivos en lugar de discípulos pensantes.

Bonhoeffer y la Estupidez Colectiva

Bonhoeffer explicó que la estupidez no es simplemente falta de inteligencia, sino un estado en el que una persona deja de pensar críticamente y se somete a la mentalidad del grupo. Esto ocurre especialmente en sociedades bajo presión, donde la gente prefiere la seguridad de seguir a un líder en lugar de la incertidumbre de cuestionar las cosas.

El estúpido, según Bonhoeffer:

  1. No piensa por sí mismo. Prefiere repetir lo que dicen otros en lugar de analizarlo.
  2. No se deja corregir. No importa cuánta evidencia le presentes, nunca admitirá que está equivocado.
  3. Es altamente manipulable. Cae fácilmente en la propaganda y se convierte en un defensor apasionado de ideas que ni siquiera entiende.
  4. No es un problema de inteligencia, sino de carácter. Hasta una persona brillante puede volverse estúpida si se somete ciegamente a la masa.
  5. La estupidez prospera en la colectividad. Cuanto más grande y más cerrado es un grupo, más fácil es que las personas dentro de él pierdan su capacidad de pensar críticamente.

El Paralelismo con el Evangelio Tradicional

Si miramos muchas iglesias hoy, veremos que encajan perfectamente en esta teoría. Se han convertido en fábricas de creyentes que no cuestionan nada, que aceptan lo que su pastor dice como verdad absoluta, y que consideran que dudar o analizar es falta de fe.

La Biblia misma nos dice que debemos examinarlo todo (1 Tesalonicenses 5:21), que debemos pedir sabiduría (Santiago 1:5), que el pueblo perece por falta de conocimiento (Oseas 4:6). Y, sin embargo, muchas iglesias han convertido la ignorancia en una virtud, el conformismo en santidad y la sumisión ciega en un requisito para ser "buen cristiano".

Este tipo de evangelio fomenta:

  • Una fe sin pensamiento. La gente cree lo que le dicen sin comprobar si es bíblico.
  • Liderazgos incuestionables. Pastores que actúan como dictadores espirituales, convenciendo a sus seguidores de que cuestionarlos es rebelión contra Dios.
  • Una mentalidad de dependencia. Creyentes que esperan que Dios haga todo por ellos, sin tomar responsabilidad por su vida y decisiones.
  • El rechazo al esfuerzo. Se predica que "esperar en Dios" significa no hacer nada, cuando la Biblia nos llama a trabajar, crecer y desarrollar talentos.

Más Allá de la Religión: Un Problema Social

Lo más inquietante de la teoría de Bonhoeffer es que la estupidez no solo afecta a los cristianos, sino a toda la sociedad. Se ve en la política, en la cultura, en las redes sociales. Las masas siempre han sido manipuladas por líderes carismáticos que les dicen lo que quieren oír, y las iglesias no han sido la excepción.

La estupidez colectiva es lo que permite que las personas:

  • Defiendan ideas absurdas solo porque las dice su grupo o líder.
  • Rechacen cualquier argumento contrario sin siquiera analizarlo.
  • Sean fácilmente controladas por sistemas que las mantienen dependientes.

El Verdadero Evangelio Nos Hace Libres, No Estúpidos

Jesús no nos llamó a ser seguidores ciegos. Nos llamó a ser discípulos, y un discípulo es alguien que aprende, analiza, crece y cuestiona. La fe verdadera no es conformista ni sumisa; es una fe activa, que busca la verdad, que transforma y que empodera.

Es hora de salir del evangelio de la pasividad y entrar en el evangelio de la libertad. Porque como dijo Jesús:

"Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32).

La pregunta es: ¿Quieres ser libre, o prefieres seguir siendo parte de la masa estúpida que solo repite sin pensar?

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